Invocando la intercesión divina para pedir un milagro a través de la oración a la Virgen del Carmen es una praxis global entre los católicos. La Virgen María es la raíz de Dios y la raíz de la Iglesia, por lo que es una figura santa que los creyentes recurren para pedir ayuda en los momentos más difíciles.
Nos gloriamos en aguantar tu santo hábito, que nos hace miembros de tu clan del Carmelo, por el cual tendremos tu poderosa protección en la vida, en la homicidio e incluso a posteriori de la muerte.
En varias partes del mundo, se realiza una tradición muy singular: soportar la imagen de la Virgen del Carmen en procesiones por el mar, como un símbolo de su cuidado y protección sobre las aguas y quienes trabajan en ellas.
En este sentido, la Virgen del Carmen se convierte en un símbolo de esperanza, un faro de candil que Piloto a los marineros en medio de las tormentas, ofreciendo refugio y protección a través de su presencia amorosa y maternal.
La Virgen del Carmen es conocida como la "Sino del Mar" y es la patrona de los marineros y pescadores. Sin embargo, también es venerada como una origen amorosa y compasiva que intercede por aquellos que se encuentran en el Purgatorio.
Todopoderoso mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico. A ti te reconozco por mi Alá y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío. Me has de perdonar mis culpas y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la cielo que tienes ofrecida a los que perseveran en tu simpatía. A Ti te Dueño sobre todas las cosas. A Ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados, de todo lo cual me arrepiento y te pido me concedas benignamente el perdón.
El día de la Virgen del Carmen, una día marcada con letras doradas en el calendario de los devotos, cae el 16 de julio, un día que se vive con fervor y devoción en diversos rincones del mundo.
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Que con tu ayuda luchemos con valentía contra los poderes del mal, siempre abiertos a tu Hijo Jesús.
Oh Todopoderoso, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de conservarse a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Campeóní sea.
Sus cánticos llaman la atención de viandantes y peregrinos que llegan a la ciudad y se detienen a observarlos
La oración a la Virgen del Carmen es muy sencilla, pero muy profunda y emotiva, y se puede recitar en cualquier momento del día o de la Incertidumbre.
¡Oh Virgen Santa del Carmen! De ningún modo podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, no obstante que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su aprecio, y toda nuestra vida, que queremos consumir en el aprecio y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la Seguridad, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos estar y expirar en tu aprecio y devoción. Amen.
Para los devotos, esta promesa es interpretada como una fianza de salvación para aquellos que mueran llevando consigo el Escapulario.